sábado, 13 de junio de 2020

ACTIVIDADES PARA LAS 4 SEMANAS DEL MES DE JUNIO: DEL 1 AL 26 DE JUNIO


ACTIVIDADES PARA LAS 4 SEMANAS DEL MES DE JUNIO:

DEL 1 AL 26 DE JUNIO

ÁREA O ÁREAS TRANSVERSALES – DIMENSIONES TRANSVERSALES

Educación Religiosa, Ética y valores Humanos y Filosofía

DOCENTE O DOCENTES

Beatriz Ramírez, Juan Gabriel García y Dalgil Stepfanny Mejía

GRUPO, GRADO O CICLO

Ciclo 5: Grados 10° y 11°

TIEMPO PARA DESARROLLAR

Primera semana: DE JUNIO 1 A JUNIO 5 del 2020

INDICADOR DE DESEMPEÑO

Experimentar y descubrir la bondad de las personas que me rodean.

NÚCLEOS TEMÁTICOS RELACIONADOS

Conceptos de la bondad desde la filosofía, la ética y la Educación Religiosa.

LA BONDAD DESDE LA FILOSOFÍA



A) A continuación se presentan 3 talleres para las cuatro semanas del mes de JUNIO 2020 ASÍ:

1. TALLER 1 para la Semana 15 del primer período:  del 1 al 5 de Junio.

2. TALLER 2 para la Semana 16 del primer período:  del 8 al 12 de Junio.

3. TALLER 3 para la Semana 17 y 18 del primer período:  del 16 al 26 de Junio.

B) Estos talleres se deben hacer en el cuaderno de Filosofía y la nota de seguimiento será la misma para el área de Ética y valores, para Religión y filosofía, pero los califica la profesora Beatriz Ramirez y ella le pasa la nota de seguimiento al profesor de Religión y a la profesora de Ética.


C) Se deben enviar para la nota de seguimiento a la profesora Luz Beatriz Ramírez al correo: beatrizramirez0023@gmail.com o al WhatsApp 304 536 6077


TALLER 1 PARA LA SEMANA 15

La bondad es una actitud positiva y constructiva hacia los otros, hacia la naturaleza y hacia las cosas. Es la inclinación natural para hacer el bien; cualidad propia del carácter apacible y manso.

Para Sócrates el bien es un estado del alma y su esencia la sabiduría. Sin embargo, el hombre no es puro intelecto, sino que además es un cuerpo, por lo tanto, la vida buena debe ser mixta, ni demasiado espiritual ni solamente entregada a los placeres sensibles.

 

Platón coincide con este concepto y agrega que hay que reconocer que este no es el único mundo ni el mejor.

El secreto que guarda una vida de bondad lo da la perfecta proporción, o sea que la bondad es una forma de lo bello y armónico.

El hombre es bueno cuando es virtuoso y la virtud es conocimiento y prudencia.

 

Platón no identifica al bien con el placer, porque cometer una injusticia es peor que padecerla, ya que empobrece el alma que es lo peor que le puede pasar al hombre; porque el placer debe estar subordinado al bien y la razón debe ser juez de los placeres que deberán estar al servicio de la salud, la armonía y el orden del alma y del cuerpo.

Para Kant, no hay nada que pueda tomarse sin restricción por bueno salvo la buena voluntad; porque todos los talentos del espíritu dependen del uso que la voluntad le da.

 

La voluntad es la facultad de ánimo, y en ella reside la bondad o la maldad de las conductas, porque la voluntad es la fuente de la moralidad.

La voluntad buena, para Kant, es un fin en sí mismo y se basa en el deber, la máxima y el respeto a la ley moral.

La voluntad buena es la que conduce a acciones por deber y no sigue las inclinaciones. En la circunstancia en que las inclinaciones se oponen al deber se apreciaría la bondad de la acción.

 

La máxima es el principio subjetivo que rige nuestra conducta, son nuestros valores, y la evaluación moral de estos valores dependerá de su coincidencia con el principio moral objetivo.

De modo que el valor de una acción moral depende de este principio y no de su propósito, debe ser “a priori” de las circunstancias.

La ley moral tiene que ser por lo tanto meramente formal, o sea universal.

Con referencia a la bondad en general, o sea al buen carácter, Aristóteles nos dice que todos tenemos la capacidad de ser buenos, pero igualmente hay que desarrollarla con la práctica por medio de acciones objetivamente virtuosas, sin reflexionar sobre ellas ni elegirlas sino por la disposición habitual.

O sea que, para Aristóteles, los actos virtuosos propios de la bondad es una cuestión de hábito que a la larga demostrará ser lo mejor.

Para Aristóteles, una acción buena se distingue por poseer un cierto orden o proporción y se encuentra en el centro entre dos extremos. Por ejemplo, el exceso de confianza será temeridad y el otro extremo sería la cobardía; en el centro estaría la virtud de la moderación.

Aristóteles dice que todos los elementos valiosos tienen un límite, que si se excede dejan de ser valiosos y se convierten en peligrosos.

 

Las acciones se dirigen hacia un fin y en el sistema de Aristóteles, para que sea una acción virtuosa hay que introducir la obligación moral.

Creo que hasta el peor de los mortales sabe cuándo está actuando con bondad, cualquiera sea su objetivo, porque la bondad no nos aleja de nuestros propósitos, al contrario, puede elevar nuestro nivel de entendimiento y superarlos.

Elegimos ser buenos cuando dejamos de creer que los demás son culpables de nuestros males.

Tanto el texto de la felicidad, como este texto, como la raíz principal de la filosofía más pura, de Sócrates, Platón… vienen a decir que la sabiduría reside en la virtud, en el bien, consiste en el aprendizaje de las herramientas necesarias para obrar con justicia, de ahí nace la bondad y la felicidad.

 

A veces es difícil distinguir entre lo que es justo para nosotros y lo que es justo universalmente, nuestra voluntad de hacer el Bien es lo que nos hará más grandes, más libres, más sabios y más felices.
«La injusticia, en cualquier parte, es una amenaza a la justicia en todas partes» Martin Luter King.

Cibergrafía: https://filosofia.laguia2000.com/los-valores/que-es-la-bondad

LA BONDAD CRISTIANA

La bondad pura “Sólo Dios es bueno”, le decía Jesús al joven rico que lo llamó “Maestro bueno” (Lc 18, 19) y es cierto, sólo en Dios se aplica el principio de que la bondad debe de ser íntegra y que cualquier falta convierte lo bueno en malo.

Los humanos emprendemos el camino hacia la bondad y es el progreso sincero el que vale ante Dios y ante los hombres, porque también somos capaces de descubrir esa bondad en nuestros hermanos. Por ejemplo, el Papa Juan XXIII a quien unánimemente la cristiandad llamó “el Papa Bueno”. ¿Qué es la bondad? Una cualidad que lleva al ser humano a esforzarse por lograr la felicidad propia y de los demás.

Podríamos decir que la bondad supone el amor e, incluso, que es su expresión natural. Cuando decimos que alguien es bondadoso, estamos diciendo que esa persona ve con amor no sólo a sus hermanos los hombres, sino a la creación toda.

La bondad para con los animales y, en general, para con la naturaleza, no es más que el signo de una persona con un alma grande, en la que cabe todo el universo. En el fondo todos somos buenos y en eso consiste lo que la Biblia llama el ser imagen y semejanza de Dios; no lo somos en cuanto a lo físico, porque Dios no tiene cuerpo, lo somos en cuanto a la bondad y a la inteligencia de Dios. ¡Cómo nos parecemos a nuestro Padre del cielo! Nuestra naturaleza misma, pues, nos inclina a buscar y realizar el bien, y la historia guarda la memoria de las grandes obras de nuestros héroes que pasaron por este mundo haciendo el bien a sus hermanos.

También nuestra historia personal guarda con cariño el recuerdo de las personas que se preocuparon por nuestro bien; ellos son nuestros héroes. Se aprende a ser bondadoso, Aunque estamos naturalmente dispuestos a la bondad, necesitamos de maestros, como Jesús, que nos enseñen tan maravillosa “ciencia”.
La bondad se aprende sin necesidad de palabras, basta ver las obras para comprender que ser bondadoso lleva a ser feliz, aun cuando la bondad exija con frecuencia la abnegación, es decir, la renuncia a nuestro propio bien por el bien de los demás.

Cuando los niños descubren la bondad en sus mayores, la admiran, la imitan y se vuelven celosos promotores de la bondad. No vayamos a confundir la bondad con la simple observancia, seca y vacía, de las normas que nos rigen, porque el que así las cumple no suele buscar la felicidad de los demás, sino su tranquilidad de conciencia y el no caer en el castigo.

La bondad verdadera se apoya en el sano interés por el bienestar de los demás y del propio. A eso llamamos amar.

Cibergrafía: https://es.catholic.net/op/articulos/7025/cat/192/la-bondad.html#modal

 

TALLER

Responde y realiza las actividades sugeridas a continuación:

 

1.       Elabora un mapa conceptual de los textos anteriores.

2.       Explica la siguiente frase contenida en el texto LA BONDAD DESDE LA FILOSOFÍA: “Elegimos ser buenos cuando dejamos de creer que los demás son culpables de nuestros males”.

3.       Elabora un collage con fotos familiares de los momentos bondadosos que han tenido contigo tus seres queridos.

4.       ¿Cómo puedes lograr hacer sentir importantes a todas las personas que te rodean? Y describe tres acciones que te permitan lograr este propósito.

5.       Con las siguientes citas bíblicas elabora un mensaje para los miembros de tu familia:

 

-       Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

Efesios 4:32

 

-       Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.

Lucas 6:36

 

-       Pero de una cosa estoy seguro:

he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes.

Salmos 27:13

 

      Secretaria de Educación del Municipio de Medellín

Institución Educativa Barrio Olaya Herrera

Aprobada por resolución Municipal Nº 156 del 23 de septiembre de 2003 y modificada por Resolución 01920 de febrero 14 de 2013, Resolución 001263 de febrero 7 de 2017 y Resolución 201850065981 de 14 de septiembre de 2018

NIT. 811.042.295-8   DANE: 305001022232 CÓDIGO ICFES: 113431

 

MATERIAL ANÁLOGO PARA TRABAJO EN CASA

ÁREA O ÁREAS TRANSVERSALES – DIMENSIONES TRANSVERSALES

Educación Religiosa, Ética y valores Humanos y Filosofía

DOCENTE O DOCENTES

Beatriz Ramírez, Juan Gabriel García y Estéfany Mejía

GRUPO, GRADO O CICLO

Ciclo 5: Grados 10° y 11°

TIEMPO PARA DESARROLLAR

Segunda semana: DE JUNIO 8 A JUNIO 12 del 2020

INDICADOR DE DESEMPEÑO

Comprender la importancia de vivenciar el amor en su relación con Dios, con la familia y su entorno social.

NÚCLEOS TEMÁTICOS RELACIONADOS

El concepto del amor desde la filosofía, la ética y la Educación Religiosa.

 
TALLER 2 PARA LA SEMANA 16

“DIOS ES AMOR” (1 Jn 4,8.16) … ¡Dios te ama!

Este debe ser el primer anuncio de un Cristiano, puesto que todo lo demás depende de que se entienda esto. Que Dios sea amor describe su naturaleza íntima: La Trinidad se entiende sólo desde el Amor: El que Ama (Padre), el Amado (Hijo), el Amor (Espíritu Santo). Un “Dios Amor” solo puede ser presentado por alguien que ya ha experimentado ese amor. ¡Es una experiencia que se transmite! Pues el amor es “Diffusivum sui” (se difunde por sí mismo).

Conocer su amor –cuán bueno es- es lo que nos hace “Nuevas Criaturas” (1 Pe 2,1-3): No somos cristianos porque vivimos una vida moralmente recta, sino porque nos sentimos amados por Dios. En respuesta a ese amor, cambiamos nuestra manera de vivir.

CARACTERÍSTICAS DEL AMOR DE DIOS

ÉL nos amó primero (1 Jn 4,19)

Es Amor Materno (Is 49,15)

Es Amor Esponsal (Jer 2,2; Is 63,4-5)

Es Amor Paterno (Lc 15)

EL NOS AMÓ PRIMERO 1 JN  4,19: "Nosotros amemos, porque él nos amó primero"

Cuando alguien hace algo, lo hace movido por una de las siguientes razones:

-Por obligación: hay alguien superior que le fuerza a hacerlo.

-Por necesidad: hay una carencia que suplir.

-Porque quiere: hay una razón de amor para hacerlo.

Dios no te creó por obligación (nadie lo puede forzar), ni por necesidad (si necesitara de algo no sería Dios) … Dios te creó porque QUISO… ¡POR QUE TE AMA!

Su amor es desinteresado: nada de lo que hagas hará que Dios te ame más o menos… si eres santo te amará igual a lo que te amaría si fueras pecador. Sin embargo, el santo experimenta más la llama del Amor de Dios porque está más cerca del fuego. El fuego del Amor de Dios arde igual para el Santo y para el Pecador… sin embargo, el pecador se congela de frío porque no quiere estar cerca de la llama. ES AMOR MATERNO IS 49,15: "Pero ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaría de ti."

Se dice en la Biblia que el amor de Dios tiene una característica: Rahamim: Misericordioso. Sin embargo, Rahamim traduce literalmente “seno materno” … Es como decir que Dios te ama como una madre ama al hijo de sus entrañas.

Aclaración: hay que aclarar que a Dios no se le puede llamar “Madre”: “En la Biblia, ‘Madre’ es una imagen, pero no un título para Dios”. (Papa Benedicto XVI, Jesús de Nazareth, Tomo I. p. 174).

ES AMOR ESPONSAL

JER 2,2: "Así dice Yavé: «Aún me acuerdo de la pasión de tu juventud, de tu cariño como de novia, cuando me seguías por el desierto, por la tierra sin cultivar.»"

IS 54,4-5: "Pues ahora te desposa tu creador, Yavé de los Ejércitos es su nombre. El que te rescata es el Santo de Israel, quien se llama Dios de toda la tierra. Sí, Yavé te llama como a la esposa abandonada, que se encuentra afligida. ¿Se puede rechazar la esposa que uno toma siendo joven? dice tu Dios."

El Señor no es un Dios que te “tolera” porque eres su criatura… él desea tu amor desde lo profundo de su corazón… piensa día y noche en ti.

Tiene una foto tuya en su billetera, otra pegada en su cuarto… tiene tus notas de estudio en su nevera y se las muestra a los ángeles… “Tengo tu nombre tatuado en mi mano” (Is 49,16).

Está enfermo de amor por ti… cuando le dices que le amas… ¡Se derrite!

Su corazón es más susceptible al amor que el de una mujer… ¡Él creó el corazón de la mujer!

ES AMOR DE PADRE

“¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Jn 3,16). ¡Te dio lo que más amaba para que fueras libre!

Si eres hijo pródigo, que rebelde, huiste de la casa del Padre… ¡Te espera con brazos abiertos para sanarte y perdonarte!

Si eres oveja perdida, que despistado, te extraviaste del redil… ¡Te está buscando apasionadamente!

Cibergrafía: https://youtu.be/9luOmhr86Bo Texto el Totus Tuus

EL AMOR DESDE LA REFLEXIÓN FILOSÓFICA

Escuchamos la palabra amor y pensamos, invariablemente, en una pareja o en el amor romántico; todos parecemos estar familiarizados con este concepto, sin embargo, es más complicado definir el amor como idea o incluso como sentimiento.

El amor no ha sido siempre el mismo: las costumbres, la cultura, el tiempo, lo han matizado y han hecho que varíe de rostro. ¿De dónde viene nuestra idea moderna del amor como una pasión trágica? ¿Por qué todas las canciones “románticas” son tremendistas?

En esta entrevista con el filósofo
Edgar Morales Flores podemos ver que no hay una sola definición de amor y cómo, a lo largo de la historia, la filosofía ha abordado este tema desde distintos ángulos.

¿Existe una definición del ‘amor’ en filosofía?

El problema de las definiciones en filosofía no es que se carezca de ellas, es que nos enfrentamos a la abundancia de estas; esto mismo se aplica al concepto de ‘amor’, hay casi tantas definiciones del mismo como filósofos han existido, sin embargo, yo diría que, en este caso, se pueden reducir a dos principales núcleos semánticos: Eros y Ágape.

Esto es válido para la filosofía occidental, que se ha nutrido históricamente de dos fuentes culturales básicas, me refiero al pensamiento clásico grecolatino y a la matriz judeocristiana.

Por otro lado, la noción cristiana de ágape refiere más bien al ámbito de la gracia divina, su modelo es la plenitud y perfección del amor de Dios hacia los hombres, amor inmerecido que se otorga sin condiciones a quien incluso lo desprecia, el patetismo propio de esta noción cristiana tiene su precisa iconografía en la crucifixión del hijo de Dios, sangrando por su insensato amor a los hombres.

Estas son las dos fuentes que rigen las principales acepciones del amor en Occidente, la noción ascendente de Eros, demasiado humana, estética y extática, y la noción de Ágape, divina, perfecta, compasiva y ética.

Seguramente las nociones que acaba de mencionar han cambiado con el tiempo.

Con todo, como debe ser obvio, la noción platónica del amor es un deseo que busca su satisfacción y en esa búsqueda imprime sus huellas existenciales dolorosas, de ahí que Platón concluya su “imperfección” intrínseca.

Cibergrafía: http://www.revista.unam.mx/vol.9/num11/art92/int92.htm

La filosofía del cristianismo primitivo, y especialmente San Agutín de Hipona (siglo IV -V), subrayó la importancia de los sentimientos amorosos, tal como se muestra en el famoso consejo de este filósofo: “Ama y haz lo que quieras”. Con ello parece indicar que quien descubre en qué consiste el verdadero amor, en adeante será incapaz de hacer nada contrario al amor. Por ejemplo, quien ama de verdad a su vecino no le hará daño de ningún modo, y procurará hacerle el mayor bien posible. La filosofía Agustiniana insiste en que lo importante no es tanto desarrollar la razón, sino esta pasión amorosa que parece ir ligada a ella. De este modo la persona se parece más a su creador y se prepara para el encuentro con Él en esta vida y la otra.

Bibliografía: Libro Santillana, grado once.

TALLER

Resuelve la siguiente actividad:

1.       Escribe tu opinión sobre lo que dice la filosofía del amor.

2.       Elabora un grafiti que represente la experiencia del amor de Dios en tu vida.

3.       Escribir, en un clima de oración y reflexión, dos cartas: la primera de sí mismo para Dios, y la segunda, de Dios para mí.

4.       Con las siguientes citas bíblicas elabora un acróstico con la palabra AMOR:

 

-       Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.

2 Pedro 1:5-7

 

-       El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.

1 Corintios 13:4-5


    Secretaria de Educación del Municipio de Medellín

Institución Educativa Barrio Olaya Herrera

Aprobada por resolución Municipal Nº 156 del 23 de septiembre de 2003 y modificada por Resolución 01920 de febrero 14 de 2013, Resolución 001263 de febrero 7 de 2017 y Resolución 201850065981 de 14 de septiembre de 2018

NIT. 811.042.295-8   DANE: 305001022232 CÓDIGO ICFES: 113431

 

MATERIAL ANÁLOGO PARA TRABAJO EN CASA

ÁREA O ÁREAS TRANSVERSALES – DIMENSIONES TRANSVERSALES

Educación Religiosa, Ética y valores Humanos y Filosofía

DOCENTE O DOCENTES

Beatriz Ramírez, Juan Gabriel García y Estéfany Mejía

GRUPO, GRADO O CICLO

Ciclo 5: Grados 10° y 11°

TIEMPO PARA DESARROLLAR

Tercera y cuarta semana: DE JUNIO 15 A JUNIO 26

INDICADOR DE DESEMPEÑO

Reconocer la necesidad de actuar correctamente de acuerdo con los principios, éticos, morales y religiosos.

NÚCLEOS TEMÁTICOS RELACIONADOS

Conceptos del bien y del mal, ética y filosofía moral.


TALLER 3 PARA LA SEMANA 17 Y 18

ÉTICA Y FILOSOFÍA MORAL

Antonio Guerrero, autor de “Apuntes de filosofía moral”.

 

Aunque a menudo los usamos de manera indistinta, ética y moral no son exactamente sinónimos. Una distinción y análisis que realiza la filosofía moral.

¿Qué es la filosofía moral? ¿Cuáles son sus conceptos más importantes? ¿Significa lo mismo ética que moral? ¿Y el bien y el mal propio y el común? Son todas ellas preguntas que pretende responder Apuntes de filosofía moral, de Antonio Guerrero, quien nos explica por qué su libro aspira a convertirse en un manual de consulta para las cuestiones éticas clásicas, aún vigentes. Arrancando con los presupuestos del Génesis, Apuntes de filosofía moral hace un recorrido histórico por la filosofía clásica y contemporánea, estableciendo los pilares básicos de la filosofía moral. La forma que reviste el libro puede parecerse a la Iconología de Cesare Ripa, basada en las “alegorías” morales, y de igual manera este libro pretende que el lector lo use como manual de consulta para lo personal.

Nadie dudará del significado que tienen para sí mismo el bien y el mal, aplicado a su propio contexto, como fruto de sus experiencias y conocimientos; no obstante, es más difícil establecer el sentido del bien y el mal cuando se trata de los demás y cómo esa apreciación, siempre para nosotros supuesta, representa gran parte de nuestras relaciones sociales. En ese trance –la pluralidad de significados posibles, contingentes– se dibuja el marco moral donde se produce la vida del ser humano y donde más tarde o más temprano aparece una reflexión aún mayor sobre qué son el bien y el mal de una forma más atemporal y genérica. Cuando eso se produce utilizamos otros términos como moral, ética o filosofía moral. Habida cuenta de la necesidad del ser humano de saber cuál es el bien y el mal definitivo, si es que eso es posible, surge la necesidad previa de establecer claridad al problema de la definición. Cuando se habla de filosofía moral, por ejemplo, también se alude a ética; son ambos conceptos análogos. La moral significa otra cosa, sin embargo. Si la ética es la reflexión sobre lo que es “bueno y malo”, la moral supone las normas sociales y los valores, posteriores a ese análisis filosófico.

Centrándonos en la ética, aparece como la rama de la filosofía que estudia lo correcto o no del comportamiento humano: esto es ​la virtud, el deber, la felicidad, etc. En realidad, la ética tiene como centro de atención las acciones humanas y las características de las mismas. Por eso existen muchas digresiones sobre la relación entre libertad y felicidad, o entre libertad y justicia: foco de diferentes planteamientos éticos de donde resulta el concepto de dignidad y otros como el de responsabilidad, o incluso el de bien común. Las acciones humanas constituyen el escenario donde se produce el acto moral en sí, como acto racional sistemático que repercute en los niveles individual, social, antropológico, ontológico… Dicho acto se tiene como acto libre y consciente, de ahí lo de acto racional. Y en sí mismo supone un juicio sobre las cuestiones que antes planteábamos, pero con el fin de determinar si es ético o no, si es bueno o malo, si con el ejercicio o la ejecución de ese acto moral nos encontramos en el lado del bien o del mal

Valores directrices para la sociedad

Por otro lado, la moral, “lo relativo a los usos y las costumbres” es un conjunto de normas, valores, costumbres e incluso creencias que funcionan como directrices en la sociedad. Gracias a su carácter normativo es posible distinguir qué es lo bueno y lo malo, sus hechos, cuáles son las acciones correctas y cuáles son las incorrectas. Recordemos que la ética era una reflexión filosófica, de ahí lo de filosofía “moral”. ​Separar una de otra supone situar a la ética en el nivel de la propuesta sobre lo correcto en las acciones humanas y a la moral en el nivel de la codificación: códigos de comportamiento concretos.

“​Separar una de otra supone situar a la ética en el nivel de la propuesta sobre lo correcto en las acciones humanas y a la moral en el nivel de la codificación: códigos de comportamiento concretos”. El origen de la moral es la costumbre, arranca de las pautas vinculadas al grupo social y a la tarea de supervivencia. Desde ahí los códigos de comportamiento han ido evolucionando y necesitando de la razón y el entendimiento como nueva fuente de la moral. En ese sentido hablamos de filosofía moral: ética. Ahora podemos argüir que la ética siempre será una actividad teórica y la moral una práctica, más conectada a la acción. Es curioso cómo Aristóteles distinguió entre virtudes éticas, encaminadas hacia la consecución de un fin y orientadas al terreno de la práctica, y las virtudes dianoéticas, puramente intelectuales.

El papel de la cultura

No obstante, cuando se mantiene un comportamiento moral no suele pensarse, en principio, en estos conceptos. Por lo general, actuamos de manera muy intuitiva y emocional, amén de establecer una reflexión posterior al respecto. Además, gran parte de nuestro comportamiento está determinado por la cultura en la que vivimos. En el caso concreto del bien y el mal, existe una vinculación plena con la cultura (no solo religión) cristiana de la formamos parte. Tales conceptos vienen del Génesis, en el Antiguo testamento. En el Jardín del Edén había dos árboles: uno era el árbol del conocimiento del bien y el mal y el otro, el árbol de la vida. Ya sabemos la mitología: Yahvé prohibió comer del árbol del conocimiento en un extremo del jardín, estando el de la vida en el centro. Cuando apareció la serpiente, tentó a la mujer, y al comer la manzana, ambos fueron conscientes de su desnudez y sintieron vergüenza. Al mismo tiempo Yahvé les expulsa del jardín perdiendo con ello la inmortalidad proporcionada por los frutos del árbol de la vida, del que sí podían comer.

De esta experiencia mitológica podemos deducir dos cosas: comer del árbol del conocimiento les dio, a pesar de la expulsión, la sabiduría para discernir lo bueno de lo malo (al sentir vergüenza de la desnudez), estableciendo así un comportamiento moral. En ese sentido, el árbol del conocimiento es el árbol “de la dualidad”, de donde resultan el bien y el mal. Sin embargo, el árbol de la vida es el árbol “de la unidad”. Con el árbol del conocimiento se produjo la caída del hombre a través del pecado original, pero también se produjo el surgimiento cultural de la moral y la aceptación del carácter inconformista del ser humano. La ambición del hombre es clara: decidir por sí mismo, con su propio criterio de lo bueno y malo, ante el deber o mandato externo. Al desobedecer, Eva demuestra capacidad de discernimiento; elige sus propias creencias y doctrinas bajo el privilegio de poder elegir. En términos religiosos estaríamos en un caso de libre albedrío y en términos filosóficos en uno de libertad individual.

“Si bien es cierto que la ética surgió en diferentes culturas, fue en la occidental donde la disciplina adquirió talante filosófico, siendo Aristóteles el iniciador formal”

A bote pronto ese fue el arranque de la moral en nuestra cultura y de donde siempre extraemos referencias sobre el bien y el mal hasta llegar a lo justo y lo injusto. Pero esa idea de base se ha ido modulando a lo largo de la historia y tal modulación ha sido de orden conceptual. Para desarrollar esta idea es justo aclarar que, si bien es cierto que la ética surgió en diferentes culturas, fue en la occidental donde la disciplina adquirió talante filosófico, siendo Aristóteles el iniciador formal con sus ideas sobre las virtudes (antes hubo más filósofos, aunque no trataron formalmente a la disciplina, amén de sus reflexiones: Sócrates, que trató la ética individual, Platón, la idea del bien, y el elenco de presocráticos al mismo tiempo). Tras Aristóteles, el cristianismo fundido con el neoplatonismo llevó la idea del bien y el mal, el árbol del conocimiento y la teoría de las virtudes platónicas al mundo que conocemos. A partir del Renacimiento y hasta el siglo XVIII surgieron modulaciones nuevas: en lugar de primarse “el deber” anclado en la tradición y en los dogmas religiosos, comenzó a darse importancia al deber subjetivo, basado en la razón como única arma para la creación moral. Kant formuló “un deber desde la libertad individual y el intelecto frente al determinismo de la naturaleza. Desde ahí surgieron teorías sobre cuál era la naturaleza ética humana, como las de Hobbes, Rousseau, los utilitaristas, etc.

En España existe una gran tradición ética, desde Séneca hasta la actualidad. Son muchos los éticos aparecidos en este país. Acortando la cronología acabaré con José Luis Aranguren y su idea de la ética de la responsabilidad. A la ética subjetiva, surgida a partir del Renacimiento y sobre todo en el siglo XVIII, él le encontró defectos. La ética debía tener relación con la sociedad, por eso una ética basada solo en la razón y la libertad individual no podía ser completa. La ética debía ser social y desarrollar la idea de responsabilidad, de ahí su idea de la ética de la responsabilidad. Esta consideración llevaba implícita otra: el estado de justicia, donde el ente público se implicará moralmente con sus ciudadanos a través de una moral aplicada (el derecho, las instituciones) y garantizará el bien común. A raíz de lo dicho, con las modulaciones sobre la idea del bien y el mal establecidas en nuestra cultura, sería muy interesante tejer un mapa conceptual ético de las grandes preocupaciones del hombre de nuestro tiempo para detectar en ellas dichas modulaciones. Eso es lo que aparece en el libro. Dichas preocupaciones describen quiénes somos y cómo es nuestra existencia actual. Al mismo tiempo pueden servir de guía interior para el descubrimiento personal de la ética y cómo aplicarla a lo cotidiano. Ese pretende ser el objetivo de este libro.

Sobre el autor 

Antonio Guerrero Ruiz (Huelva, España, 1971) es graduado en filosofía y articulista de prensa. Ha publicado La mentira zurda (2011) y Literatura zurda (2016). Temperamento. Pensamiento filosófico en la obra de Mary Shelly es su tercer libro y es la consecuencia de su trabajo fin de carrera bajo la dirección de Amelia Valcárcel. Actualmente colabora con el periódico Diario de Almería y con las revistas Quimera, Clarín y Calicanto, Gestiona el blog lamiradazurda.blogspot.com. Allí aparece su obra completa.

Cibergrafía: https://www.filco.es/filosofia-moral-y-etica

 

UNA CONSCIENCIA BIEN FORMADA

La Iglesia provee a sus miembros lo necesario para tratar cuestiones políticas y sociales al ayudarlos a desarrollar conciencias bien formadas. “La conciencia es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto. . .. [Toda persona] está obligada a seguir fielmente lo que él [o ella] sabe que es justo y recto” (Catecismo de la Iglesia Católica, no. 1778). Nosotros los católicos tenemos la obligación de toda la vida de formar nuestras conciencias conforme a la razón humana, iluminada por las enseñanzas de Cristo, así como las recibimos por medio de la Iglesia.

La virtud de la prudencia

La Iglesia también anima a los católicos a desarrollar la virtud de la prudencia, la cual nos permite “discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo”

(Catecismo de la Iglesia Católica, no. 1806). La prudencia forma e informa nuestra capacidad para deliberar sobre las alternativas disponibles, identificar cuál es la más adecuada en un contexto específico y actuar. La prudencia deberá ser acompañada por la valentía, la cual nos llama a actuar. Cuando los católicos buscan promover el bien común, debemos discernir cuidadosamente qué políticas públicas son moralmente sólidas. En ocasiones, los católicos podrían elegir diferentes maneras de responder a los problemas sociales, pero no podemos alejarnos de nuestra obligación de proteger la vida y la dignidad humana y ayudar a construir, mediante medios morales, un mundo más justo y pacífico.

Hacer el bien y evitar el mal

Hay cosas que nunca debemos hacer, ni como individuos ni como sociedad, porque estas son siempre incompatibles con el amor a Dios y al prójimo. Estos actos intrínsecamente malos siempre se deben rechazar y nunca apoyar. Un ejemplo claro es quitar intencionalmente la vida de un ser humano inocente, como es el caso del aborto provocado. Asimismo, la clonación humana, la investigación científica destructiva de embriones humanos y otros actos que violan directamente la santidad y la dignidad de la vida humana, como lo son el genocidio, la tortura y atentar contra los no combatientes en actos terroristas o de guerra, jamás pueden ser justificados. Las violaciones de la dignidad humana, tales como los actos de racismo, tratar a los trabajadores como meros medios para un fin, someter deliberadamente a los trabajadores a condiciones de vida infrahumanas, tratar a los pobres como objetos desechables, o redefinir el matrimonio para negar su significado esencial, tampoco pueden ser jamás justificadas.

Oponerse a actos intrínsecamente malos debería también abrirnos los ojos a nuestro deber positivo de contribuir al bien común y de actuar solidariamente para con los necesitados. Tanto oponerse al mal como hacer el bien son obligaciones esenciales. Como dijo San Juan Pablo II: “el hecho de que  solamente los mandamientos negativos obliguen siempre y en toda circunstancia, no significa que, en la vida moral, las prohibiciones sean más importantes que el compromiso de hacer el bien, como indican los mandamientos positivos”.(i) El derecho básico a la vida implica y está ligado a otros derechos humanos como el derecho a los bienes fundamentales que toda persona humana necesita para vivir y desarrollarse plenamente—incluyendo el alimento, la vivienda, el cuidado médico, la educación y un trabajo digno.

Evitar dos tentaciones

Dos tentaciones de la vida pública pueden distorsionar la defensa que hace la Iglesia de la vida y la dignidad humana: La primera es una equivalencia moral que no hace distinciones éticas entre las diferentes clases de cuestiones que tratan la vida y la dignidad humanas. La destrucción directa e intencionada de la vida de personas inocentes, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural es siempre mala y no es simplemente una cuestión entre muchas otras. Siempre debe ser rechazada. La segunda es el uso indebido de estas distinciones morales necesarias como una manera de rechazar o ignorar las amenazas serias a la vida y dignidad humanas. El racismo y otras discriminaciones injustas, el uso de la pena de muerte, recurrir a una guerra injusta, la degradación del medio ambiente, el use de la tortura, los crímenes de guerra, la falta de acción para responder a los que sufren a causa de hambre o falta de cuidado sanitario o vivienda, la pornografía, la trata de personas, la redefinición del matrimonio civil, la puesta en peligro de la libertad religiosa o una política inmigratoria injusta son todas ellas cuestiones morales serias que retan a nuestra conciencia y requieren que actuemos.

Tomar decisiones morales

Los obispos no les dicen a los católicos cómo votar; la responsabilidad de tomar decisiones políticas depende de cada persona y de su conciencia bien formada, apoyado(a) por la prudencia. Este ejercicio de la conciencia comienza con una oposición inmediata a las políticas que violan la vida humana o debilitan su protección. Cuando ya existen leyes moralmente defectuosas, el juicio prudencial es necesario paradeterminar cómo hacer lo posible para restaurar la justicia—aunque sólo sea parcial o gradualmente—sin nunca abandonar el requerimiento moral de proteger plenamente toda vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural (vea el Evangelium Vitae, no. 73, del Papa San Juan Pablo II).

El juicio prudencial también es necesario para determinar la mejor manera de promover el bien común en áreas tales como la vivienda, el cuidado médico y la inmigración. Cuando los líderes de la Iglesia hacen juicios sobre cómo aplicar la doctrina católica a políticas específicas, estos no podrían tener la misma autoridad moral vinculante que tienen los principios universales morales, pero no se pueden ignorar como si tratara sólo de una opinión política entre otras. Esta aplicación moral debería informar la conciencia y orientar las acciones de los católicos. Como católicos, no votamos basándonos en una sola cuestión. La posición de un candidato respecto a una sola cuestión no es suficiente para garantizar el apoyo del votante. Sin embargo, la posición de un candidato respecto a una sola cuestión relacionada con un mal intrínseco, como es el apoyo al aborto legal o la promoción del racismo, puede llevar legítimamente al votante a descalificar a un candidato y no recibir su apoyo. 

Cibergrafía: https://www.cacatholic.org/como-ayuda-la-iglesia-los-fieles-catolicos-tratar-las-cuestiones-politicas-y-sociales

TALLER

 Responde y realiza las actividades sugeridas a continuación:

 

1.       Elabora un mapa conceptual sobre el texto Ética y Filosofía Moral y del texto Una conciencia bien formada, e investiga las palabras desconocidas.

2.       Escribe un concejo práctico de cómo un joven de hoy puede hacer realidad sus opciones éticas y morales.

3.       ¿Cómo has aplicado la libertad que Dios te dio en este tiempo?

4.       ¿Crees que es importante pulir las costumbres de vida y por qué?

5.       ¿Cuál es el papel de Dios en las decisiones del hombre?

6.       ¿Por qué crees que puso Dios el árbol de la ciencia del bien y del mal en el jardín del Edén?

7.       ¿Cómo has aplicado la libertad que Dios te dio en tu existencia?

8.       ¿Las leyes de Dios son una imposición o un camino de verdadera libertad? Explica.

9.       ¿Qué males ha creado el hombre en la actualidad?

10.   Elabora dos columnas, en una vas a escribir lo que te sugiera la palabra LIBERTAD y en otra lo que te sugiera la palabra ESCLAVITUD.

11.   Busca y lee en la biblia en el libro del Génesis el capítulo 2 y 3, e investiga los símbolos que encuentres en dichos textos.

12.   Explica por qué es tan importante actuar correctamente y en especial en este tiempo de aislamiento obligatorio.